Lucinda Williams, la reina de corazones


Mírenla bien. No debe ser nada fácil andar todo el día con el pellejo de Lucinda Williams cosido al esqueleto. Siempre hurgando en la herida de las emociones propias para regocijo de extraños y ajenos. Siempre tratando de esquivar el dolor y, aún así, cayendo una y otra vez en él. Escuchen los latigazos de «Essence» y «World Without Tears» y hallarán a una mujer desgarrada que se deja la carne entre aguijonazos de blues, primorosas baladas cuarteadas y espasmos de electricidad descontrolada.

Mírenla y no pierdan detalle, ya que la actuación de mañana en Joy Eslava será su estreno en Madrid y la penúltima parada de su primera gira por España. Casi nada. «Le he preguntado muchas veces a mi equipo porque no habíamos venido antes a tocar, pero sencillamente no tengo una respuesta», señala una artista que, a pesar de lo guadianesco de su carrera discográfica, lleva desde 1979 alimentando las calderas de la música americana.

Escúchenla bien: es la misma mujer que hace dos años firmó el tristísimo y pelín aparatoso «West» y que ahora regresa con «Little Honey», un álbum menos alegre de lo que pueda pensarse. Suena fresco, directo y espontáneo, sí, pero ¿feliz? «No es mi disco feliz. De hecho, la mayoría de canciones son de cuando grabé ‘West’, un disco que debería haber sido doble pero que al final se quedó en sencillo», explica Williams.

Feliz o no, lo cierto es que «Litte Honey» rompe con la melancolía oceánica que se había apoderada de la Gran Dama de la Americana y enlaza con, pongamos, “Car Wheels On A Gravel Road”, álbum que hace una década le abrió las puertas del gran público y la convirtió en lo más parecido a la versión femenina de Bob Dylan. Como éste, Williams lleva dos décadas entrelazando las músicas de raíz americana con la influencia de escritoras como Flannery O’Connor. «Crecí apreciando las palabras y la lengua –explica-. Mi padre es poeta y, además de transmitirme su amor por el lenguaje, fue mi auténtico mentor».

(Artículo publicado en el suplemento M360 de ABC el 17 de julio de 2009)

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