M. Ward, la nueva vieja guardia



Maravilloso. Así de simple y, al mismo tiempo, así de complejo.

Sintonizando músicas que solo existen en su transistor y convirtiendo su guitarra en una tabla oiuja que convoca a los espectros de las tradiciones pasadas, M. Ward lo ha vuelto a hacer. Otra vez.

Si “Post War” fue una fascinante inmersión en el folclore norteamericano, “Hold Time” redobla la apuesta y transforma la intimidad resquebrajada que fue en un exuberante y exquisito vagabundeo por el pop con sabor a western, a jazz en blanco y negro, a barrizal de blues y a un millón de cosas más que adquieren nuevas texturas y sabores en manos del californiano.

Una maravilla. En serio. Ni siquiera la presencia de Jason Lytle (Grandaddy), Zooey Deschanel y una despellejada Lucinda Williams consiguen desviar el rumbo de un álbum con vida propia que suena como llegado de otra galaxia, de otro tiempo.

M Ward es, con esas melodías que reverberan entre cuerdas y percusiones crujientes, un Tom Waits enamorado del lado brillante de la vida; uno de esos pocos y extraños casos en los que genio, paciencia y magia se alían para reivindicar la música como obra de arte total y atemporal. No es casualidad que incluso el “Rave On” de Buddy Hollie se mimetice con el entorno hasta acabar pareciendo una composición propia.

Una maravilla. En serio.

David Morán

(Artículo publicado originalmente en el suplemento ABCD Las Artes y Las Letras el 21 de febrero de 2008)

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